El envejecimiento es un proceso natural que nos afectará a todos en algún momento, debido a la constante oxidación de las células que se produce a lo largo de nuestra vida. Los radicales libres generados en nuestro entorno aceleran este proceso de oxidación. Esta vez hablaremos sobre la mejor forma de neutralizarlos, que no es otra que el consumo de antioxidantes.
Los antioxidantes son compuestos químicos encargados de retardar la oxidación de otras moléculas, y son de gran ayuda tanto para atenuar el envejecimiento como para prevenir un sinnúmero de enfermedades.
Tenemos por un lado a los antioxidantes endógenos, que se producen naturalmente en el organismo a partir de enzimas y proteínas, formando un sistema de defensa natural frente a los radicales libres. Por otro lado, están los antioxidantes exógenos, que provienen de los alimentos que consumimos diariamente.
Beneficios de consumir antioxidantes
Combatir los efectos del estrés oxidativo está en tus manos. Recuerda que las enzimas que fabrica el organismo tendrán una acción efectiva únicamente si se combinan con micronutrientes, los cuales se obtienen a través del consumo de alimentos ricos en vitaminas, minerales y, por supuesto, antioxidantes.
Consumir antioxidantes es beneficioso para la salud en general, especialmente para contrarrestar los efectos que tienen los radicales libres en el ADN, que contribuyen a desgastar y envejecer nuestro organismo.
Nutrientes como las vitaminas A, C y E, los betacarotenos, los polifenoles, el zinc y el selenio son algunas de las sustancias antioxidantes más conocidas, y están incluidas en una gran variedad de alimentos, especialmente los de origen vegetal como las frutas y verduras.
Además de prevenir el envejecimiento prematuro, una cantidad adecuada de antioxidantes al día será útil para prevenir problemas del sistema nervioso, ayudando a mantener una buena memoria, reflejos y capacidad de aprendizaje. Contribuyen también a mantener en buen estado el sistema cardiovascular, evitando la aterosclerosis.
Por suerte, el nivel de protección de los antioxidantes es bastante alto. Su consumo también te ayudará a mantener alejadas las enfermedades degenerativas, como el Parkinson y el Alzheimer, así como la aparición de tumores cancerígenos, diabetes, hipertensión arterial, entre otras dolencias.
Alimentos ricos en antioxidantes
Ahora nos centraremos en los antioxidantes exógenos, aquellos que dependen de nosotros ya que están presentes en los alimentos que consumimos. Procura reforzar tu dieta con estos nutrientes para combatir el impacto que tienen los radicales libres en el cuerpo.
Provitamina A: Es un tipo de vitamina A que contiene grandes propiedades antioxidantes, orientadas especialmente al cuidado de la piel. En este grupo destaca el betacaroteno, que encontrarás en ciertos alimentos de origen vegetal como zanahorias, pimientos, hortalizas, frutas como plátanos, manzanas y ciruelas, así como los frutos secos.
Vitamina C: Es fundamental para la formación del colágeno, que a su vez ayuda a que los tejidos corporales se mantengan unidos y fuertes. Además, contribuye a mantener sanos los huesos y dientes. La vitamina C es además el antioxidante soluble más abundante en la sangre. Encuentra este nutriente en cítricos como la naranja y el limón.
Vitamina E: Es el antioxidante lipofílico por excelencia y ayuda a la reserva de energía. Además, estimula el sistema inmunitario para combatir virus y bacterias. Está presente en una gran cantidad de alimentos como aceites vegetales, frutos secos, semillas, hortalizas de hojas verdes, cereales, yema de huevo, etc.
Flavonoides: Son agentes antioxidantes muy eficientes que ayudan a neutralizar el daño ocasionado por los radicales libres. Están presentes en los antocianidoles las flavonas, colorantes naturales presentes en vegetales como los de hoja verde, frutas rojas, moras y cítricos.
Selenio: Es uno de los minerales con mayor poder antioxidante. A pesar de no estar entre los nutrientes más conocidos, tiene gran capacidad para enfrentar a los radicales libres fortaleciendo el sistema inmunitario, la producción de ADN y la glándula tiroidea. Encontrarás este nutriente en la carne de cerdo, semillas, huevos, pan de trigo, mariscos y cereales.
Suplementos antioxidantes
En la medida que exista un déficit de antioxidantes en tu organismo, una opción saludable es compensarlo a través de suplementos antioxidantes. Debes tener cuidado de elegir una fórmula apropiada que no represente un peligro para tu salud.