Alimentas tu cuerpo físico con comida saludable, alimentas tu coche con buen combustible, así que ¿por qué no alimentar tu mente también con buenos pensamientos? Después de una investigación en la década de 1950, se concluyó que tener una mentalidad positiva ayuda a mantener una buena salud física y mental, aumentar la longevidad y promover el éxito en la vida personal y profesional.
Ver “El lado bueno”
El pensamiento positivo está estrechamente relacionado con el concepto de optimismo. Alguien que ve el mundo de manera positiva y ve el “lado positivo” de las situaciones se sentirá más saludable mental y físicamente que alguien que piensa negativamente, ansioso o incluso deprimido.
El pensamiento positivo no es un concepto nuevo. Es un método terapéutico basado en la autosugestión y que tiene como objetivo hacer que el sujeto se adhiera a ideas positivas. Al repetir los mensajes positivos veinte veces al día, se supone que el individuo logra el bienestar y logra una salud mental óptima.
Mejor salud
El pensamiento puede actuar directamente sobre el cuerpo. Cuando reemplazas los pensamientos negativos con calma, confianza y paz, te sientes bien. Además, el pensamiento positivo puede ser útil para superar los trastornos del sueño, la tensión muscular, la ansiedad y la fatiga. Las personas que piensan negativamente sufren más de depresión y ansiedad.
Prevenir el estrés
Muchos directivos ya son seguidores del pensamiento positivo y lo integran en sus negocios: seminarios de bienestar, entrenadores de relajación, psicólogos especializados, etc. Los beneficios son bastante sorprendentes, y uno de los mayores beneficios de una mentalidad positiva es que protege contra los efectos nocivos del estrés.
Permite regular las consecuencias y encontrar la dosis correcta en el trabajo, para no sentirse abrumado. Aprende a conocerte mejor a tí mismo, a comprender mejor tus recursos y a concentrarte en las tareas que deseas lograr . En definitiva, aprendemos a ser más eficientes y sobre todo, sabremos detenernos cuando sea necesario.
Un ambiente más favorable
Una actitud positiva también puede influir en la forma en que conduces tu vida, lo que a su vez tiene un efecto en tu salud. Si estás pasando por un momento particularmente estresante, será menos probable que prestes atención a tu dieta, ejercicio y sueño.
En cambio, será más probable que compenses el estrés bebiendo alcohol o comiendo comida chatarra. Estos elementos del estilo de vida también son factores de riesgo de cáncer y otras enfermedades.
Longevidad
Los optimistas viven vidas más largas y saludables e innumerables estudios lo demuestran. En la década de 1930, los psicólogos de la Universidad de Kentucky pudieron determinar qué los sujetos identificados como los más optimistas habían vivido, en promedio, diez años más que los menos positivos y gozaban de mejor salud. Además, el poder de la positividad con la curación está bien documentado.
Bienestar Psicológico
El pensamiento positivo tiene un efecto positivo en la supervivencia de las personas enfermas y en la de las personas sanas. Sin embargo, tener una mentalidad positiva predispone a exhibir un comportamiento que también es más positivo en términos de salud. De hecho, los estudios muestran que este estado de ánimo va acompañado de comportamientos más virtuosos.
Por supuesto, no nos enfermamos solo por el estrés, nuestras emociones o nuestros pensamientos. Pero ahora podemos decir que nuestros pensamientos y comportamientos afectan muchos síntomas y enfermedades. Los pensamientos son de gran poder. Siempre han dado forma a nuestra vida. Piensa en positivo y espera resultados favorables. ¡Las situaciones y circunstancias cambiarán en consecuencia!