Existen varias causas por las que las personas se ven obligadas a vivir en la calle, y todas están relacionadas con las condiciones de vida en las que se encuentran. Condiciones tales como el entorno familiar que va desde ausencia de figuras de autoridad, hasta la presencia de ellas pero que basan dicha autoridad en abusos, violencia, maltratos; en el caso de personas en comunidades alejadas, la precariedad los lleva a buscar oportunidades en las ciudades, el abandono, consumo de drogas, aunque en este caso particular también es muy probable que las drogas vengan después de haber llegado a vivir en la calle.
Seguramente te has preguntado si es bueno o malo dar limosna a las personas en situación de calle, nos hemos encontrado noticias y artículos de opinión que nos dicen que recibir limosna condena a las personas continuar en la calle. Ricardo Monreal Ávila escribió una antología llamada “¿Me das un peso?” en la que redacta una simple ecuación para saber cuánto ganan las personas que piden dinero en los cruceros y concluye que ganan más que un ingeniero, añadiendo que no pagan impuestos. Y esto para nada busca dar un mensaje negativo o decirte que no ayudes a las personas en situación de calle, simplemente, busca que se comprenda que no es la mejor forma de ayudar a esas personas, pues se cae en un círculo vicioso de conformismo y desigualdad social.
Por otro lado, en los contras de dar limosna nos encontramos con ciudades como CDMX, donde existen mafias que se dedican a explotar personas, denominado como “mendicidad forzosa”, esto funciona haciéndolos pedir limosna a cambio de techo y comida bastante precarios, los dejan desde temprana hora en su lugar habitual y los recogen por la noche, les fijan una cuota diaria lo suficientemente alta como para tenerles prácticamente prohibido tomar dinero de la limosna para comer, por lo tanto pueden ingerir algún alimento hasta que alguna persona les regale o esperar la comida diaria proporcionada por sus explotadores.
Vamos a hacer una pequeña conclusión de lo anteriormente explicado, dar limosna a las personas en situación de calle es ineficiente.
¿Entonces cómo puedo ayudar?
La intención cuenta, es un punto de partida para tomar acciones que marquen la diferencia. Pero lo más importante es ejecutar esas acciones, investigar qué podemos hacer, cómo lo podemos hacer y poner manos a la obra.
Donar a instituciones
Una mejor forma de ayudar monetariamente es donando directamente a instituciones como casas hogares o centros de apoyo. Así como hacerlo periódicamente y con constancia según nuestras posibilidades, quizá semanal, mensual, bimestral o anualmente podamos canalizar una cantidad representativa que le hará bien a los lugares que ayudan a personas de bajos recursos, en situación de calle o que han tenido que salir de casa por problemas económicos o de violencia. Ten la seguridad de que esto es más eficiente que entregar el dinero a las personas en las calles, ya que las instituciones tienen toda una fundamentación y metodología de trabajo que permiten a los afectados integrarse a la sociedad de forma digna, también, a través de los donativos, las instituciones pueden seguir ayudando a más personas sacándolas de las calles o previniendo que tengan que recurrir a este estilo de vida.
Ser voluntario
Si tienes la disposición y tiempo para ayudar más allá del ámbito económico también puedes ser voluntario en las instituciones, quizá conviviendo con niños o adultos mayores; recibir visitas les hará sentirse acogidos en la sociedad y esto es muy importante para su posible reintegración y calidad de vida. Otra forma de ser voluntario es ayudando en los quehaceres del lugar, ya que muchas veces, el presupuesto es tan limitado que no alcanza para el personal suficiente, por lo tanto puedes aportar ahorrándoles un sueldo.
Denunciar situaciones de violencia
Podemos ayudar previniendo que las personas se vean obligadas a vivir en la calle, denunciando situaciones de violencia con las autoridades correspondientes para que les sea más fácil atender el problema y previniendo que la vulnerabilidad de las víctimas sea expuesta en las calles y sus peligros.
Brindar oportunidades
De sernos posible, podemos dar trabajo, la posibilidad de estudiar, un techo, ropa, quizá si tenemos una empresa podamos crear una fundación de ayuda, llevando consigo la responsabilidad social de tu negocio. Todos podemos ayudar en la medida de nuestras posibilidades, si las tuyas son mayores, no dudes en aportar. Las oportunidades son más valiosas que el dinero por sí solo, permiten a todos un desarrollo integral y una adaptación guiada más fácil.
Ser empáticos con las personas
Las situaciones de vida de todas las personas son diferentes, gozamos de diferentes privilegios, pero hay algunos no muy afortunados que se enfrentan a violencia, desigualdad social, carencia de oportunidades que los llevan a las calles. Imagina tener una vida sumamente difícil, intentar ganar un poco de dinero y luego toparte con personas apáticas que te ven mal y son groseras. Ahora imagínate que estás en la misma situación, pero te topas con personas que aunque son desconocidas intentan ayudarte, definitivamente el panorama es diferente, el tipo de mentalidad que se desarrolla en ambos casos es sumamente distinto.
Aquí te dejamos un experimento que hizo la UNICEF en el 2016 para mostrarnos que la sociedad está llena de prejuicios, mismos que nos lleva a la apatía. https://www.youtube.com/watch?v=RpSQ3Lp3Zpg
Pedir a las autoridades se hagan cargo de atender a las personas en situación de calle
Exigir a las autoridades el bienestar social es parte de nuestras obligaciones como ciudadanos, investiguemos cuál es la institución correspondiente y enviemos una petición escrita para que atiendan la problemática.
Y tú ¿Cómo ayudarás hoy? Te invitamos a que nos compartas tus experiencias en los comentarios. ¡Juntos podremos lograr un cambio importante en la vida de muchas personas!