Si hay un ambiente del hogar que requiere especial cuidado durante la limpieza, ese es el baño, y particularmente la regadera. Tiene sentido si consideramos que es un espacio donde se libera la suciedad y además concentra altos niveles de humedad, y donde comúnmente se forman molestas manchas de sarro.
Agentes tóxicos en los productos de limpieza
Cada vez que utilizas la regadera, se quedan algunos rastros de agua que en pocos días se convierten en depósitos de minerales, cal y sarro, acompañados de todo tipo de gérmenes y bacterias. Para removerlos, es común utilizar limpiadores multiuso de venta en la mayoría de supermercados, pero probablemente no sepas que muchos de sus componentes pueden resultar nocivos para la salud.
¿Has notado que muchos jabones y detergentes llevan una etiqueta de “aroma artificial”? Esta denominación en realidad esconde una serie de compuestos químicos que se denominan ftalatos, los cuales representan un riesgo para la salud reproductiva, en especial en el caso de los hombres, pues reducen el nivel de espermatozoides y generan alteraciones hormonales.
Si hablamos de antibacterianos, muy comunes en la limpieza del baño y productos de aseo personal, encontraremos el triclosán. Se trata de un agente agresivo que se utiliza como conservante, pero al mismo tiempo promueve la creación de bacterias resistentes a los fármacos. Estudios lo asocian con el deterioro de la mucosa interna del colon y la reducción de las bacterias antiinflamatorias.
Pero si por algo se caracteriza la mayoría de limpiadores y desinfectantes de origen industrial -que son los más utilizados- es por la presencia de elementos químicos que son efectivos para remover gérmenes, pero representan un riesgo para la salud. Nos referimos al amoniaco, cloro, entre otros componentes tóxicos.
Como hemos observado en artículos anteriores, entrar en contacto por un tiempo prolongado con estas sustancias puede ocasionar daños a la piel que van desde una simple comezón hasta quemaduras graves. Las consecuencias empeoran si llegaran a inhalarse, pues las vías respiratorias se pueden ver seriamente afectadas, generando tos, vómitos, inflamación y problemas para respirar.
La solución está en casa
Remover las manchas de jabón de la regadera o el agua dura que se forma por la concentración de minerales no es nada del otro mundo, y lo mejor es que los limpiadores comerciales son prescindibles. Es más, probablemente tengas en casa algunos enseres destinados a otras funciones, pero que bien podrían ser efectivos para la limpieza del baño.
Si se trata de retirar el sarro acumulado en la regadera, puedes recurrir al bicarbonato de sodio combinado con vinagre blanco o limón, que además te puede servir para sacar brillo a los metales. Otra opción bastante práctica es la Coca Cola, gracias a los ácidos fosfóricos y carbónicos que tiene su fórmula, que no son tóxicos para tu salud. Solo necesitas verter el contenido sobre la ducha y restregar con un paño.
Para una mayor efectividad al momento de limpiar la regadera, también dispones de algunos trucos que te harán la vida más fácil. Uno de ellos consiste en pasar limón sobre las manijas y el cabezal de la ducha. Para la tina, una opción muy práctica y efectiva es pulir con una toronja cubierta con sal de mar, para dejarla limpia y con un buen aroma.
Mantener la regadera impecable en todo momento será más fácil si te tomas un minuto para limpiarla cada vez que terminas de bañarte. Para ello, solo necesitas humedecer una esponja con vinagre, jabón y agua y pasarla por todo el espacio, aprovechando el agua de la ducha.
Olvídate de los químicos
Con la variedad de alternativas que tienes a tu disposición para limpiar el baño de tu hogar, no tienes por qué recurrir más a productos cargados de químicos nocivos, que podrían poner en riesgo tu salud y la de tu familia. Además de las soluciones caseras, es posible encontrar fórmulas mucho más amigables, que además ofrecen resultados muy efectivos por un menor precio.