Para que un ambiente esté totalmente limpio no solo debe verse bien, también necesita estar libre de malos olores. Más aún si se trata del baño, una zona que acumula humedad y suciedad diariamente y por lo tanto requiere un cuidado especial. Limpiar el inodoro no es precisamente la labor más placentera, en especial cuando los productos que utilizamos contienen sustancias químicas que pueden perjudicar nuestra salud.
Muchos se preguntan con qué frecuencia se debe limpiar el baño y en especial el inodoro. Lo ideal es hacer una pasada todos los días y una limpieza profunda una vez a la semana. De esa manera evitarás que se acumulen las molestas manchas de sarro y residuos de agua dura. Pero la gran interrogante es qué insumos debemos utilizar para completar esta tarea.
Limpiadores comerciales, enemigos silenciosos
Prácticamente todos los limpiadores multiusos y desinfectantes que encuentras en los supermercados poseen componentes tóxicos que, si bien ayudan a quitar efectivamente los gérmenes de tu WC, suponen también un riesgo para tu salud o la de tus familiares. Los síntomas no siempre son inmediatos, por lo que podríamos considerar a estas sustancias como enemigos silenciosos.
Uno de los productos más comunes -y peligrosos- utilizados para limpiar la taza del inodoro es el ácido clorhídrico, conocido también como ácido muriático. Aun cuando la exposición a este reactivo sea mínima, puede producir cierta irritación en la garganta. Ni hablar cuando se produce una inhalación más profunda. En estos casos, puede dar lugar a espasmos, hinchazón en el pecho, compresión de bronquiolos e incluso la muerte.
Además de ponerte en riesgo a ti, a tu familia y hasta a tu mascota, el ácido muriático es tan corrosivo que puede alterar el brillo de tu inodoro, ya que afecta la capa de vidriado de la porcelana. Como consecuencia, los residuos sólidos se impregnarán con mayor facilidad y la limpieza del WC será cada vez más complicada.
También es frecuente el uso de blanqueadores a base de hipoclorito de sodio debido a su función desinfectante. Tal vez debas descartar también esta opción, ya que su contenido de cloro puede ser causante de tos, vómitos, dolor de garganta, entre otros síntomas.
El principal riesgo de utilizar productos con componentes de cloro es llegar a combinarlos con otras sustancias comunes en los limpiadores multiusos, como el amoníaco. Con esta mezcla se obtiene un gas sumamente tóxico llamado cloramina, que puede generar daños severos en el tracto respiratorio y los pulmones.
Soluciones naturales
No todas son malas noticias. Al contrario, esta puede ser una ocasión precisa para dejar de lado los típicos limpiadores de inodoro tóxicos y virar hacia alternativas naturales, con las que obtendrás excelentes resultados, pero sin comprometer tu salud ni la de tu familia. La gama de opciones es bastante amplia, pero hemos seleccionado dos de las mejores: el tomillo y el ácido cítrico.
Tomillo: Las propiedades para la salud de esta planta aromática son ampliamente conocidas, pues actúa como antiséptico y expectorante, pero tal vez no sabías que también es un excelente aliado para la limpieza de tu hogar. Si se trata de limpiar el inodoro del baño, obtendrás grandes resultados si utilizas aceite esencial de tomillo, gracias a su función desinfectante.
El aceite esencial de tomillo elimina gérmenes y bacterias de las superficies, pero además las deja con un aroma muy agradable. Todo ello sin utilizar elementos químicos.
Ácido cítrico: Algunos limpiadores y desinfectantes comerciales tienen ácido cítrico entre sus componentes, sin embargo, también es posible utilizar este elemento por sí solo o en fórmulas más saludables. Ayuda a eliminar gérmenes y los residuos de cal que se suelen formar en el inodoro, dejándolo como nuevo.
Las propiedades del tomillo y el ácido cítrico pueden actuar mejor en conjunto, ofreciendo una excelente capacidad desinfectante y añadiendo un buen aroma. Te invitamos a buscar limpiadores naturales que te ayuden en las tareas del hogar sin tener efectos secundarios en tu salud y la de tus seres queridos.