La piel es el caparazón que nos protege frente a cualquier elemento de nuestro entorno, por ello, mantener una buena salud cutánea es fundamental en todas las etapas de la vida. Esto no siempre es tarea fácil. Diferentes factores pueden hacer que la epidermis se torne áspera, débil o deshidratada, ocasionando lo que conocemos como piel seca.
Tener piel seca o deshidratada es más común de lo que parece, y aunque no es una enfermedad grave en la mayoría de casos, puede hacer que esta se quiebre, enrojezca o sangre con facilidad. Esto sucede como consecuencia de la pérdida de elasticidad y por la falta de humedad.
¿Por qué tengo piel seca?
La piel seca, también conocida como xerosis, se presenta por diferentes causas. Puede tratarse de una condición adquirida genéticamente, por factores como el clima, el ambiente, medicamentos o la edad. Sin embargo, también puede ser síntoma de algunas enfermedades como psoriasis o dermatitis.
La piel tiene la capacidad de producir sustancias fijadoras de agua (higroscópicas) de forma natural para humedecer toda la zona epidérmica. Si estos lípidos se pierden o dejan de producirse, la piel pierde humedad y empieza a mostrar señales de resequedad, por lo que es necesario generar humedad a través de otros medios.
Estas sustancias fijadoras pueden perderse progresivamente, por ejemplo, si te bañas con agua muy caliente y por tiempo prolongado, o si utilizas jabones que contienen colorantes, alcohol u otras sustancias. El uso de hornos para calentar el aire tampoco es recomendable, ya que eliminan la humedad
La resequedad de la piel también es motivada por factores ambientales como los cambios de estación y la exposición al aire frío o caliente. La luz ultravioleta hace que la piel pierda humedad y, además, es una de las causas de envejecimiento prematuro.
Consecuencias
La piel seca luce opaca y sin vida. La falta de humedad hace que la producción de glándulas sebáceas se ralentice, dando lugar a las temidas arrugas. También genera la aparición de estrías, picazón, inflamación, descascarado e incluso grietas que pueden dar lugar a sangrados. Además, el desgaste de las fibras del tejido de la piel provoca cicatrices muy difíciles -o imposibles- de eliminar.
Más allá de las consecuencias antiestéticas de tener la piel seca, podrías estar expuesto a infecciones más graves, ya que las fisuras o grietas en la piel son como una puerta abierta para la entrada de todo tipo de bacterias desde el exterior.
Si bien no son una consecuencia directa, la piel seca podría relacionarse indirectamente con problemas serios de salud como diabetes, tiroides hipoactiva, problemas renales o cáncer a la piel. Por ello, no es mala idea acudir a un especialista si la resequedad es muy intensa.
Humecta tu piel con glicerina y vaselina
Reparar la piel seca no debería ser cosa del otro mundo. Te recomendamos beber abundante agua a lo largo del día para mantenerte hidratado, cubrir tu piel frente a climas extremos, tomar baños cortos, utilizar ropa suave, colocarte guantes para lavar la ropa o la vajilla y aplicarte productos para el cuidado de la piel sin sustancias nocivas. También puedes revisar nuestro artículo sobre las claves para tener una piel saludable y radiante.
Existen casos en que los cuidados personales no son suficientes para aliviar la resequedad de la piel y requerimos soluciones más efectivas. Es aquí donde entran a tallar dos grandes aliados para humectar la piel: la glicerina y la vaselina.
Glicerina: Es una sustancia líquida compuesta por hidrógeno, oxígeno y carbono, muy recomendada por los especialistas para una gran variedad de tratamientos, incluyendo los de la piel seca. Actúa reteniendo la humedad de forma natural, aliviando la sequedad en cuestión de días.
La glicerina ayuda a combatir enfermedades a la piel como la dermatitis y el acné, y es muy conocida por su efecto rejuvenecedor. Encontrarás glicerina en cremas, jabones y cosméticos, pero también en alimentos de repostería.
Vaselina: Obtenida del petróleo, la vaselina es un lubricante que se suele utilizar en productos farmacéuticos y cosméticos. Gracias a sus propiedades, previene las grietas y heridas en las manos, codos, rodillas, pies y labios, debido a su efecto humectante. Si quieres una “piel de porcelana”, la vaselina puede ser de gran ayuda, ya que es un producto universal que no deja efectos secundarios.
¿Es posible combinar el poder humectante de la glicerina y la vaselina? ¡Claro que sí! Existen productos que aprovechan las propiedades de ambas sustancias para tratar la piel seca con resultados realmente sorprendentes.