Las infecciones urinarias son bastante comunes y suelen ser causadas por bacterias que se alojan en las áreas genitales de hombres y mujeres. Con frecuencia, el tratamiento se basa en antibióticos, y en otros casos la enfermedad se cura por sí sola. Pero no es motivo para confiarse. Una cistitis o uretritis mal tratada puede desencadenar infecciones renales, cuya gravedad es mucho mayor.
Un riesgo constante
El tracto urinario está expuesto a infecciones debido a múltiples factores. Antes de entrar en detalle, conozcamos cómo funciona. Básicamente, existen dos tipos de infecciones urinarias comunes. La cistitis afecta a la vejiga, el órgano que recoge y almacena la orina; mientras que la uretritis ataca a la uretra, cuya función es llevar la orina desde la vejiga hacia el exterior. A estas se suman la pielonefritis, que se ubica en los riñones, y la prostatitis, en la próstata.
Se cree que la infección urinaria es una condición exclusiva de las mujeres o personas mayores. Pero lo cierto es que cualquier persona puede contraerla sin importar su género o edad. Las bacterias pueden ingresar sin mayor dificultad a través de los genitales o por el recto, pasar por la uretra, desplazarse hacia la vejiga y generar una infección.
Pero la sola presencia de bacterias no genera infecciones urinarias. También influyen los mecanismos de defensa del paciente, la edad, el sexo, el sistema inmunológico o la higiene. Como en otras enfermedades, también existen algunos factores de riesgo como el embarazo, la diabetes, la litiasis, entre otras condiciones médicas.
Existe una amplia variedad de microorganismos que pueden desencadenar infecciones en el tracto urinario. Aparte de las bacterias presentes en la orina (lactobacilos, bacillus, estafilococos o la peligrosa E. coli), es común la presencia de hongos, levaduras, virus y parásitos. Sus efectos varían mucho en cada paciente. Mientras algunos son asintomáticos, otros pueden requerir hospitalización.
El tratamiento de infecciones urinarias difiere entre hombre y mujeres. Si bien en ambos casos es común el uso de antibióticos, en el caso de ellas solo se requieren por una semana, mientras que los hombres pueden requerir dosis de hasta 20 días. Esto se debe a que el tejido prostático es más resistente a los medicamentos.
¿Cómo prevenir las infecciones urinarias?
Prevenir infecciones urinarias parte de una palabra clave: higiene. Especialistas recomiendan que, en el caso de las mujeres, es importante limpiarse de adelante hacia atrás luego de ir al baño. Ello evitará que gérmenes y bacterias ingresen desde la zona anal al conducto urinario. También se aconseja utilizar ropa interior de algodón, reducir el uso de espermicidas y beber abundante agua durante el día.
Como hemos señalado, las infecciones urinarias también son cosa de hombres. De hecho, en el caso de ellos suelen ser más complicadas y requerir tratamientos más largos. En adultos jóvenes, es frecuente la infección de prostatitis, que pasados los 50 años se puede convertir en una enfermedad crónica.
Además de beber agua en abundancia (2 litros al día), médicos recomiendan no retener la orina. Lo ideal es miccionar cada dos o tres horas. Las relaciones sexuales también facilitan la transmisión de bacterias, por lo que es fundamental utilizar protección y asearse luego del acto.
Arándanos, un aliado para el tracto urinario
Como en la mayoría de enfermedades, las infecciones urinarias también se pueden prevenir con una buena alimentación. Y en estos casos, uno de nuestros principales aliados es el arándano. Este fruto obtenido de los bosques posee propiedades antioxidantes , antiinflamatorias y antibacterianas.
Los beneficios de los arándanos en el aparato urinario se obtienen gracias a su alta concentración de fitonutrientes. Entre ellos encontramos a las antocianinas, el pigmento que les otorga su característico color rojo o azul. Esta sustancia es responsable de la prevención de infecciones urinarias, pues evita que las bacterias se adhieran a las paredes de la mucosa del tracto urinario.
Una gran ventaja de los arándonos es que se pueden consumir en varias modalidades. Los puedes encontrar en versiones frescas, deshidratadas o concentrados en polvo. Puedes consumir el fruto directamente o en bebidas concentradas. También son muy utilizados para la elaboración de deliciosos postres.
Y si hablamos de frutos para prevenir infecciones urinarias, debemos destacar también el consumo de la uva ursi, considerada como un antiséptico urinario, con especial importancia para tratar infecciones de la vejiga. Actúa reduciendo la acumulación de ácido úrico y reforzando los tejidos inflamados.