Si te pones a pensar en el proceso que sigues diariamente para lavarte el cabello, notarás que involucra una buena cantidad de tiempo. Muchas de nosotras nos hemos tardado más de la cuenta aplicando un espumoso champú en la cabeza, seguido del acondicionador, el enjuague, envolver una toalla y -en ocasiones- pasar la secadora. Para ellas, existe una solución bastante práctica: utilizar un champú en seco.
Una alternativa novedosa
El rubro del cuidado personal evoluciona constantemente. Es por ello que, desde hace algunos años, se viene impulsando el uso de soluciones en seco para el cabello, como una alternativa para refrescar el cuero cabelludo entre lavados, sin necesidad de utilizar agua, acondicionador ni secadoras.
El uso de champú en seco es también una respuesta a los riesgos de lavarse el cabello de manera muy frecuente, algo que puede ocasionar un efecto contrario al que buscamos. Según expertos, utilizar champú y acondicionador todos los días puede conducir a eliminar los aceites naturales del cabello, la pérdida del brillo natural, una mayor resequedad, entre otros daños. Eso sin contar el excesivo gasto de agua.
El champú en seco está disponible en presentaciones en polvo o aerosol. Entre sus beneficios, podemos destacar su capacidad para que el cabello luzca limpio y brillante a través de la eliminación de la grasa, absorción de malos olores y el aumento del volumen capilar, sin necesidad de utilizar otros productos complementarios.
¿El champú en seco reemplaza al champú regular?
En la mayoría de casos, el champú seco cumple una función complementaria a la del champú tradicional, aumentando por más días su efecto de limpieza. Si tienes una salida imprevista, necesitas madrugar para ir al trabajo o simplemente deseas mantener tu cabello como recién lavado, una solución en seco te será de gran ayuda.
Hay quienes recurren a los champús en seco como un elemento más en la cartera, para los casos en que tengan planeado salir por varios días o si piensan acudir a la playa o a la piscina. Por estas razones, este producto es también considerado un buen recurso en casos de emergencia.
A pesar de ser una alternativa muy práctica, recuerda que el champú en seco no tiene la acción limpiadora e hidratante del champú y acondicionador habituales. Por ello, lo más conveniente es que intercales el uso de estos dos productos en base a tu tipo de cabello.
En el caso de cabello normal, se aconseja lavarlo solo tres veces a la semana y el resto de días utilizar champú en seco. La frecuencia del lavado tradicional puede aumentar cuando el cuero cabelludo es muy fino o graso, o si practicas actividad física de forma regular, ya que la transpiración es mayor.
¿Cómo se aplica el champú en seco?
Lo ideal es que recurras al champú en seco en los momentos en que tu cabello adquiera un aspecto descuidado o grasoso. Deberás retirar cualquier pasador o artilugio, en caso de que lleves puesto alguno, y procurar que tu cabello se encuentre totalmente seco y desenredado. Puedes realizar el procedimiento en cualquier momento del día.
Si el champú en seco es en spray o aerosol, solo necesitas agitar un poco el envase y aplicar directamente sobre el cabello, desde la raíz, dividiéndolo en secciones, hasta cubrir toda la cabeza de manera uniforme. Déjalo reposar un par de minutos y luego comienza a masajear con la yema de los dedos.
Por último, cepíllate suavemente el cabello para eliminar cualquier rastro de polvo blanquecino, muy común en este tipo de soluciones. Y eso es todo. Por hoy, ya no necesitas lavarte el cabello.
Elige la mejor solución
Al momento de buscar el mejor champú en seco para tu cabello, procura elegir uno que sea apto para todo tipo de cabello, que no deje residuos, que tenga un excelente aroma y cuya fórmula no contenga sustancias dañinas como gluten o los peligrosos parabenos. También te resultará útil que tenga una presentación compacta, así podrás transportarlo sin problemas.