Son ampliamente conocidos los anuncios de alimentos con probióticos, pues por lo general ofrecen grandes beneficios para la salud. Pero, ¿Sabemos en realidad qué son los probióticos? ¿En qué se diferencian de los prebióticos? ¿Ayudan a aliviar los problemas de digestión? A continuación, resolveremos tus dudas al respecto.
Nuestro organismo está lleno de bacterias y muchas de ellas están alojadas en el sistema digestivo. Pero no todas son malas, de hecho, algunos de estos microorganismos nos ayudan a tener una buena salud si los consumimos en cantidades adecuadas. En este grupo están los probióticos, que podemos obtener directamente a través de ciertos alimentos y suplementos.
Hay un detalle que debes tener en cuenta, y es que no todos los probióticos son iguales. Estos se dividen en cepas específicas de bacterias que sirven para tratar distintas patologías. Pero todas tienen un punto en común y es que contribuyen a mantener el equilibrio natural de la flora intestinal.
¿Y los prebióticos? Se diferencian de los probióticos porque no son organismos vivos. En cambio, son sustancias que estimulan el crecimiento de bacterias saludables en el intestino, por lo que también contribuyen a restaurar la flora intestinal. Están presentes en la dieta a través de la fibra alimenticia y aquellos vegetales que contienen carbohidratos complejos.
Defensas para el organismo
Alojar una cantidad adecuada de bacterias saludables en la flora intestinal es importante porque actuarán como defensas de todo el organismo frente a virus y otras enfermedades, aliviar los síntomas del estreñimiento, prevenir diarreas y una mejor absorción de los minerales. Además, aportan energía y ayudan a producir vitaminas como las del grupo B y la K.
Es importante tomar múltiples cepas bacterianas para que la flora intestinal esté mucho más balanceada. Por ejemplo, los probióticos de lactobacilos actúan directamente sobre el intestino delgado, aliviando los dolores de estómago, diarreas producidas por el uso de antibióticos, infecciones en las vías digestivas, entre otras dolencias. También ayudan a combatir el colesterol y la diabetes.
Por su parte, las cepas probióticas de bifidobacterias se alojan en el tracto digestivo y tienen gran influencia en el sistema inmunitario, combatiendo inflamaciones intestinales. Además, ayudan a aliviar los gases, sensaciones de calambre y reducir la hinchazón estomacal. Representan hasta el 95% de las bacterias que colonizan el intestino de los bebés y van disminuyendo con los años hasta llegar al 25%.
Recuerda que las colonias de probióticos se cuentan por miles de millones, y mientras más diversas sean sus fuentes, los beneficios en el organismo serán mayores.
Alimentos con probióticos
Es común asociar al yogurt con los probióticos. Tiene sentido ya que se obtiene tras fermentar la leche con distintas bacterias que se quedan impregnadas en el producto final. Ten en cuenta que los alimentos fermentados hacen que los nutrientes sean más digeribles y aumentan sus propiedades.
Una dieta rica en probióticos debe incluir otros lácteos como el kéfir y queso, así como platos fermentados como el kimchi, de origen asiático; o el chucrut, una preparación a base de hojas frescas de col fermentadas.
No todos los productos fermentados son fuentes de probióticos ni contribuyen al sistema digestivo. Muchos de ellos, como el pan de masa madre, el tempeh, el chocolate o el vino, han sido sometidos a procesos de calentamiento y han perdido sus microorganismos vivos, aunque conservan muchas de sus propiedades nutricionales.
No olvides los alimentos con prebióticos para reforzar tu dieta. Aquí encontrarás productos más comunes, especialmente vegetales, como plátanos, alcachofas, ajos, cebolla, patatas y legumbres. Las pastas cocinadas también son una buena opción.
Suplementos con probióticos y prebióticos
Es posible reforzar tu dieta con el consumo de suplementos que contengan probióticos y prebióticos. Elige una fórmula que no solo contenga un buen número de colonias bacterianas, sino que además provengan de distintas fuentes, ya que de esa forma garantizarás mayores beneficios para tu sistema digestivo y bienestar en general.