El vertiginoso ritmo de vida de hoy, el estrés cotidiano y el escaso valor nutricional de los alimentos que consumimos tienen un efecto negativo en el organismo, y ello se refleja en nuestra apariencia. Peor aún si sumamos factores externos como la contaminación del medio ambiente, la humedad y los rayos solares.
Las consecuencias más inmediatas de estos problemas se manifiestan en un cabello frágil y sin brillo, uñas débiles que se rompen con facilidad y una piel reseca y deshidratada. Soluciones inmediatas hay muchas. Un buen maquillaje, cremas de todo tipo o lociones capilares son solo una forma de cubrir el verdadero problema: la falta de nutrientes esenciales en el organismo.
Por lo tanto, la regla de oro para evitar el deterioro de cabello, uñas y piel es mejorar nuestra alimentación diaria. Si empiezas a protegerte desde adentro, también lograrás retrasar la aparición de los efectos naturales del envejecimiento.
Nutrientes esenciales
Recuerda que no se trata de comer más, por el contrario, la alternativa correcta es dejar aquellos alimentos sin aporte nutricional y reemplazarlos por opciones más equilibradas. Si empiezas a notar aspereza y resequedad en la piel, un cabello más opaco y uñas que se quiebran con facilidad, es momento de añadir a tu dieta más vitaminas, minerales y otros componentes. Conoce a continuación los más importantes:
Vitamina A: Ofrece muchos beneficios para la salud, entre ellos, un alto grado de protección y regeneración de la piel. Por suerte, está presente en una gran variedad de alimentos, especialmente frutas (naranjas, melón, mango, papaya) y verduras (zanahoria, calabacín, brócoli). Otras fuentes de vitamina A son las hortalizas, carnes vacunas y algunos tipos de pescado como el salmón y el bacalao.
Si nos concentramos en los beneficios de la vitamina A para la piel, encontramos que previene la aparición de las temidas arrugas, por lo que es fundamental consumirla una vez que empezamos a “entrar en años”. Además, es un excelente regulador de la queratogénesis, un proceso mediante el cual la piel se mantiene fresca, tersa e hidratada.
No podemos dejar de mencionar las funciones antioxidantes de la vitamina A, obtenidas gracias a su contenido de betacaroteno. El consumo regular de estos pigmentos brinda protección a nuestras células, previniendo los daños que genera la aparición de radicales libres, como el envejecimiento prematuro y varios tipos de cáncer.
Biotina: ¿Sabías que a la biotina se le conoce como “la vitamina de las uñas, la piel y el cabello”? Se trata de una especie de vitamina que de forma natural se encuentra en legumbres, verduras, leche, huevos o plátanos. Es ampliamente conocida por su uso en tratamientos para la caída del cabello, dotándolo de un volumen y brillo adecuados.
Conocida también como vitamina H o vitamina B8, la biotina cumple la función de coenzima, es decir, ayuda a la multiplicación de células. Esto es importante pues permite el desarrollo de tejidos de reproducción rápida como la piel, el cabello y las uñas. Entre sus beneficios adicionales, ayuda a regular el nivel de azúcar en la sangre, previniendo la diabetes.
Extractos vegetales: Tenemos a nuestra disposición una amplia gama de productos vegetales que ayudan a cuidar nuestro cabello, piel y uñas gracias a su gran diversidad de componentes. En base a ello, es posible elaborar preparados que extraen determinadas sustancias de las plantas para distintos fines.
Existen mezclas de todo tipo y muchas de ellas se encuentran patentadas. Algunas de ellas tienen por objetivo inhibir la enzima elastasa, que es responsable de la descomposición de la elastina y el colágeno. Este efecto protege la estructura de la piel. Contiene granada, espárragos, ocra, acerola, camu camu, entre otros elementos.
Complementos de la nutrición
Cuando la dieta no es suficiente, existe la posibilidad de cuidar el cabello, uñas y piel a través de ayudas adicionales en forma de suplementos, que pueden aportar micronutrientes específicos para cuidar nuestra apariencia desde adentro.