Tener un antojo de comida chatarra o cheat meal cada cierto tiempo no tiene nada de malo. Al contrario, nos ayuda a controlar la ansiedad que produce llevar una dieta estricta. Sin embargo, hay casos en que el apetito es incontrolable. El estómago no deja de “rugir” y puede ocasionar un consumo excesivo de azúcar y grasas, haciendo que bajar de peso sea una tarea imposible.
Si eres de las personas que tienen hambre durante todo el día, debes saber que se trata de un problema muy común, especialmente en una época como la actual, en que la ansiedad está a flor de piel. Las causas pueden ser muchas, pudiendo estar relacionadas con factores físicos y psicológicos. Afortunadamente tiene solución, pero requiere mucha disciplina y algo de paciencia.
¿Tienes hambre todo el tiempo?
Si sigues una dieta regular pero aún así no puedes dejar de pensar en comida, es importante que determines las razones que te han llevado a esa situación. En principio, uno podría suponer que se trata de un defecto del organismo, pero en realidad las razones suelen estar ligadas a los hábitos diarios.
Entre los principales estimuladores del apetito figuran los carbohidratos refinados. Este tipo de comidas tienen un alto grado de procesamiento y se disuelven rápidamente. Como consecuencia, los niveles de azúcar en la sangre aumentan y disminuyen de golpe, lo que termina generando más hambre, como si se tratara de un círculo vicioso.
Los carbohidratos refinados o simples están presentes en alimentos como el pan blanco, las pastas o la harina procesada, pasteles, galletas, gran variedad de dulces, frutas en conserva, refrescos, bebidas gaseosas, entre otros. Si consumes regularmente alguno de estos productos, reemplázalos por carbohidratos complejos como verduras, cereal integral, frutos secos y hojas verdes.
Por otro lado, es muy común tener la sensación de hambre cuando en realidad se trata de sed. Esto puede ser consecuencia de una deshidratación moderada, que envía una señal confusa al hipotálamo y te lleva a tomar un pastelito, cuando en realidad necesitas tomar agua. La solución es precisamente esa, tomar abundante agua, especialmente antes de cada comida.
Dormir poco o sin descansar lo suficiente son otro estímulo para las hormonas del apetito. Esto sucede porque te sientes fatigado y tu cuerpo te pide energía. Esto se traduce en antojos de alimentos azucarados y altos en calorías, en vez de otras opciones más saludables. El día a día puede ser complicado, pero es importante dormir entre 7 y 8 horas diarias.
El apetito descontrolado puede tener muchos otros motivos como el estrés, el consumo de alcohol, comer demasiado rápido, saltarse las comidas, entre otros. Debes estar atento a cada una de estas señales para prevenirlo.
Corrigiendo hábitos
Descansar lo suficiente, mantenerte hidratado y mantener una alimentación saludable son reglas básicas que debes seguir para controlar tu nivel de apetito. Reemplaza lo procesado por lo natural y evita las distracciones mientras estás comiendo. Recuerda que el hambre no siempre está ligada a una necesidad fisiológica, también se relaciona con los niveles de estrés y ansiedad.
Para facilitarte las cosas, te recomendamos la ingesta regular de algunos alimentos que te ayudarán a controlar la sensación de apetito:
Canela: Además de su poder antioxidante, este condimento te ayudará a disminuir la velocidad con la que la glucosa ingresa en la sangre, regulando el metabolismo.
Camote: Es dulce, pero tiene un índice glucémico bajo. Gracias a ello, ayuda a mantener estables los niveles de glucosa en la sangre. Contiene manganeso, un mineral conocido por sus propiedades antiestrés.
Té verde: Sus polifenoles ayudan a disminuir la secreción de leptina, conocida como la “hormona del hambre”. Gracias a ello, es de gran ayuda para inhibir el apetito.
Proteínas: El consumo regular de proteínas genera una mayor sensación de ansiedad, favoreciendo el control del hambre. En este artículo encontrarás más información al respecto.
Cromo: Los alimentos con cromo permanecen más tiempo en el estómago e inhiben las hormonas que generan sensación de hambre. Encuéntralos en la carne de res, pollo, huevos y frutos secos.
Mora: Su consumo contribuye a equilibrar los niveles de azúcar en la sangre, especialmente después de comer. Es muy utilizada en tratamientos para bajar de peso.
Si algo tienen en común todos estos alimentos es su capacidad para controlar los niveles de azúcar en la sangre y estimular un metabolismo adecuado.